¡Viva Cristo, viva Jesús Nazareno! Así se escuchaba a varios kilómetros de distancia, el grito de los miles de peregrinos al ver a la imagen del cristo milagroso salir de la puerta principal para recorrer las calles del distrito de Atalaya.
En tanto, centenares de peregrinos no pudieron ocultar sus lágrimas, otros sentados y hasta de arrodillados observaron el paso de la romería del hijo de Dios, donde todo un pueblo que está lleno de fe y devoción daban su agradecimiento para fortalecerse en esa inmensa alegría por haber permitido que los panameños al menos hayan retornado después de dos años de pandemia a Atalaya.
Si duda fueron centenares de peregrinos, devotos y creyentes los que estuvieron concentrados en Atalaya para estar con el milagroso Cristo Jesús Nazareno, así participar de la romería en las principales calles de este distrito y para escuchar las oraciones encomendadas a la reflexión en tiempos de cuaresma, otros para pedir un milagro en especial.
En la homilía de la santa misa en Atalaya, el arzobispo metropolitano, José Domingo Ulloa, destacó entre los miles de peregrinos que asistieron al domingo de Cuaresma, que hoy los panameños sufrimos la carencia económica, social, cultural, política, de paz, amor, entre otros que puede superarse con el esfuerzo de cada uno de nosotros.
Isidro Ortiz, fiel creyente en Jesús Nazareno de Atalaya, comentó que los miles de peregrinos en Atalaya, llegaron para participar de la romería sin importarles lo difícil que es en estos momentos soportar el golpe de calor, la falta de agua y otras comodidades; sin embargo, eso es parte de las penitencias para llegar a la imagen del milagroso cristo.